Encephalitozoonidae es una familia de microsporidios que forman pequeñas esporas unicelulares características del que se desarrolla un túbulo que funciona como vehículo por el cual el esporoplasma pasa a inocular una célula huésped.[1] Como el tubo polar es fundamental en la transmisión de este organismo, un estudio más detenido de éstos puede llevar al desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas y pruebas diagnósticas.
Los Encephalitozoonidae se asocian con infecciones humanas como la hepatitis, encefalitis, conjuntivitis, y sepsis.[2]
Los Encephalitozoonidae se encuentran ampliamente distribuidos como parásitos de aves y mamíferos, por lo que, aunque no se han encontrado evidencias de ello, las infecciones pueden ser zoonóticas.[3] En humanos causan infecciones crónicas en pacientes inmunosuprimidos por el VIH.
Encephalitozoonidae es una familia de microsporidios que forman pequeñas esporas unicelulares características del que se desarrolla un túbulo que funciona como vehículo por el cual el esporoplasma pasa a inocular una célula huésped. Como el tubo polar es fundamental en la transmisión de este organismo, un estudio más detenido de éstos puede llevar al desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas y pruebas diagnósticas.