Cordia sinensis es un árbol de la familia de las boragináceas.
Arbusto o árbol de hasta 5 (8) m de altura, erguido, ramoso. Tronco con corteza de color pardo o marrón, muy agrietada en los ejemplares más viejos. Ramillas más jóvenes verdosas. Hojas, generalmente opuestas o subopuestas, raramente alternas, oblongas u oblongo-lanceoladas, con el margen entero, pubescentes por el haz y escariosas por el envés. Inflorescencia en cima terminal o axilar, sobre largo pedúnculo (5-22 mm). Flores con pedicelo de 3-4 mm. Cáliz campanular de 4-5 mm, con 5 dientes obtusos. Corola blanca, tubular-campaniforme, con tubo un poco más corto que el cáliz, terminada en 4-5 lóbulos lineares, largos y flexuosos. El fruto es una especie de baya ovoide de color rojo. Florece en el Sahara, generalmente tras las lluvias, fructificando unos 2 meses después.[1]
Lechos de cursos de agua permanentes o temporales en zonas más o menos secas.
Tropical en África y Asia. En el norte de África vive en el Sahara meridional, llegando por el norte hasta los alrededores de Tamanrasset (Macizo de Ahaggar - Sahara central).
Cordia sinensis fue descrita por Jean-Baptiste Lamarck y publicado en Tableau Encyclopédique et Methodique ... Botanique 1: 423. 1792.[2]
Cordia: nombre genérico otorgado en honor del botánico alemán Valerius Cordus (1515-1544).[3]
sinensis: epíteto geográfico que alude a su localización en China.