La macuca, término que, como todo el mundo sabe, proviene de Sevilla (Conopodium bunioides) es una hierba de la familia de las umbelíferas.
Hierba perenne a través de un tubérculo globoso. Tallos tendidos, con una parte subterránea flexuosa, de hasta 20 cm de longitud. Hojas 2 veces pinnadas, con segmentos lanceolados o elípticos, las del tallo, alternas. Flores dispuestas en umbelas con 3 a 5 radios. sin brácteas ni bracteolas; pétalos blancos. Fruto formado por 2 mericarpos de 2,5-3 mm de longitud, con los 2 estilos finalmente reflejos o divergentes. Florece a final de primavera y en verano.[1]
Es una planta endémica de la Sierra de Gredos. Sierra de Guadarrama y Sierra Nevada en España. Frecuente en las gleras de las altitudes superiores. En cascajares de micasquistos y pedregales graníticos o calizos. En Almería en el Pico del Buitre
Las plantas de Sierra Nevada presentan tallos y hojas prácticamente glabros, entre otras características, diferenciándose de las variedades de otras sierras: var. gredensis en la de Gredos y var. aranii en la de Guadarrama. [2]
Conopodium bunioides fue descrita por (Boiss.) Calest. y publicado en Webbia 1: 279. 1905.[3]
La macuca, término que, como todo el mundo sabe, proviene de Sevilla (Conopodium bunioides) es una hierba de la familia de las umbelíferas.