Moqueur De Cozumel

Al parecer, el paso del huracán Gilberto por la isla fue el principal factor en la reducción de las poblaciones de la especie. Aunado a esto, la introducción de un depredador exótico (Boa constrictor), así como la pérdida de su hábitat por las actividades humanas, principalmente el desarrollo turístico en la zona de selva baja, han influido negativamente para que la especie se recupere. La boa fue introducida en Cozumel en 1971 y se ha identificado como un factor de riesgo para la fauna local, particularmente para especies que pasan mucho tiempo en el suelo (Martínez-Morales y Cuarón 1999), como Toxostoma guttatum y Crax rubra griscomi, entre otros (Martínez-Morales 1999). Se ha documentado que las serpientes son los depredadores más importantes de huevos y pollos en otras especies del mismo género, incluyendo su especie hermana T. longirostre (Fischer 1980); por lo que es muy plausible que la boa sea un factor que está repercutiendo de manera importante en la recuperación del cuitlacoche.

Situación actual del hábitat con respecto a las necesidades de la especie

En la Isla Cozumel, la industria turística es la principal actividad económica y puede representar una presión para la conservación de los hábitats, debido a que constantemente se construyen nuevos desarrollos turísticos en lugares poco alterados, generalmente a lo largo de la franja hotelera, en donde el principal tipo de vegetación es la selva baja caducifolia. La actividad agrícola y ganadera es mínima y principalmente para fines domésticos, por lo que no representan una fuerte presión para el hábitat.

Refugios

La isla cuenta con una gran parte de su territorio decretado a nivel estatal y municipal como zona protegida bajo diferentes categorías: zonas sujetas a conservación ecológica, áreas de protección de los recursos naturales y áreas de protección de la flora y fauna silvestre y acuática. En estas áreas se encuentran los sitios donde se realizaron los últimos registros de individuos de esta especie; desafortunadamente, estas áreas no cuentan con planes de manejo y/o vigilancia que ayuden a garantizar la protección de las especies que ahí habitan.

Antecedentes del estado de la especie o de las poblaciones principales

Esta especie, fue descrita por Ridgway en 1885, quien la reportó como un ave abundante en la isla pero de hábitos escondidizos. Salvin (1885), también la observó en sus diversas visitas a Cozumel, y la menciona en sus publicaciones como un ave común a la que encontraba en el suelo o volando a poca altura y viviendo en matorrales pequeños. Griscom (1926) reportó a esta ave como muy común pero escondidiza y difícil de observar, ya que pasa gran parte del tiempo en el suelo, confundiéndose con la hojarasca. Paynter (1955), Bond (1961) y Edwards (1984), también observaron individuos de esta especie durante las visitas que realizaron a Cozumel y al igual que los autores anteriores, la describen como un ave común, escondidiza, que habita en sitios con vegetación densa, y agregan que también puede ser observada en sitios parcialmente abiertos. Después de estos registros, uno de los últimos registros que se obtuvieron para esta especie pertenece a López-Ornat et al. (1989), quienes observaron al ave en selva baja y selva mediana e incluso en la vegetación cercana a los caminos. Sin embargo, después del paso del huracán Gilberto por la isla, en septiembre de 1988, los reportes para esta especie se volvieron dramáticamente escasos, siendo los últimos en 1994-95 (Macouzet y Escalante 2001).
Howell (1999) sugirió que la especie se había vuelto escasa al haber sido impactada por el huracán. También menciona que, al parecer, todas las demás especies de aves que habitaban la isla se habían recuperado, pero el cuitlacoche, que antes era común y se distribuía ampliamente por la isla, ahora parece ser una especie poco común e incluso menciona que se le puede considerar como una especie rara.
Macouzet y Escalante (2001) realizaron un estudio sobre la comunidad de las aves de la isla y visitaron Cozumel mensualmente a partir de agosto de 1994 y hasta agosto de 1995, realizando salidas posteriores en enero de 1996, y mayo y julio de 1998. En este estudio trabajaron con las metodologias complementarias de redes de niebla y conteo por puntos en los principales tipos de vegetación del lugar y obtuvieron registros de esta especie solamente en 4 ocasiones. Con el uso de redes de niebla, se registró un individuo el 18 de noviembre de 1994 a las 9:30 am en la selva baja caducifolia, camino a la Laguna Colombia, este individuo fue anillado y liberado. El 11 de diciembre de 1994, este individuo fue recapturado a las 7:30 am, en la misma localidad. Un individuo más fue registrado en el mismo sitio, pero a través del método de conteos por puntos el día 17 de marzo de 1995 a las 8:03 am. Finalmente, el último individuo se registró con el uso de redes de niebla el 12 de julio de 1995, en la selva mediana subcaducifolia, 5 km NE del Cedral (Macouzet 1997, Macouzet y Escalante 2001). No se conocen nuevos registros para la especie, incluso en los muestreos sistemáticos más recientes de la avifauna local (durante 2002; A. Cuarón, com. pers.).

Es un ave escondidiza que pasa gran parte del tiempo volando a poca altura o que se encuentra en el suelo, confundiéndose fácilmente con la hojarasca. A diferencia de otras especies de cuitlacoche que vocalizan en ramas conspicuas, ésta canta en lugares con vegetación densa. Sus vocalizaciones contienen un amplio repertorio de cantos, parecidos a los de Toxostoma rufum, pero más suaves y más ricos en tonos (Ridgway 1885, Salvin 1885, Griscom 1926, Paynter 1955, Bond 1961, Edwards 1984).

Hasta la fecha, no se ha desarrollado en la isla ningún programa de conservación específico para esta especie; sin embargo, Macouzet y Escalante, en colaboración con el Museo de la Isla, han realizado programas de educación ambiental orientados hacia la conservación de la comunidad de aves de la isla.

El Cuitlacoche de Cozumel es un ave de entre 21.5 y 24 cm de longitud. Cabeza y dorso de café oscuro a canela-café, rostro ligeramente más pálido. Dos barras claras en las alas, cuyas puntas son más claras que el resto del dorso. Vientre y garganta color crema, presentando con frecuencia rayas oscuras interrumpidas. Pecho y costados con gruesas barras oscuras. Pico completamente negro, ojos color ámbar y tarsos color gris. Se piensa que los juveniles tienen una coloración un poco distinta, pero no hay descripción de ellos (Ridway 1885, Blake 1972, Howell y Webb 1995). Anteriormente se consideraba una subespecie de Toxostoma longirostre (Zink et al. 1999).

Histórica-actual

MEXICO

Distribución histórica: Toxostoma guttatum es una especie endémica de la isla Cozumel.
La isla Cozumel se localiza al norte del estado de Quintana Roo, de los 20°16' a los 20°36' latitud norte y de los 86°44' a los 87°02' longitud oeste. En los registros históricos publicados que existen para la especie, no se señalan localidades específicas de colecta o de registro.

Distribución actual: A partir de 1988, después del paso del Huracán Gilberto sobre la isla, los registros y/o avistamientos de esta especie disminuyeron notablemente.

MEXICO / QUINTANA ROO

Isla Cozumel: 5 km NE de El Cedral; Cerca de Laguna Colombia.

NOM-059-SEMARNAT-2001

P en peligro de extinción




NOM-059-SEMARNAT-2010

P en peligro de extinción

Se alimenta principalmente de frutos.

Habita en sitios con vegetación densa y en sitios parcialmente abiertos (Howell 1999). López-Ornat et al. (1989) la observaron en la vegetación cercana a caminos. Es considerada un ave de hábitos escondidizos que pasa gran parte del tiempo cerca del suelo o volando a baja altura, habitando en matorrales pequeños (Ridgway 1885, Salvin 1885, Griscom 1926, Paynter 1955, Bond 1961, Edwards 1984).

Macroclima

El clima reportado para la isla es el cálido húmedo con lluvias en verano (Am(f)I), con influencia marina notable. La mayor cantidad de lluvia ocurre durante el verano y abarca también parte del otoño. De noviembre-abril se presentan los nortes que aportan aproximadamente el 30% de la lluvia anual (Flores y Espejel 1994).

Tipo de ambiente

La especie se ha registrado en selva mediana subcaducifolia y selva baja caducifolia. La selva mediana subcaducifolia está constituida, principalmente, por dos estratos arbóreos de entre 8-20 metros de altura, con un escaso estrato arbustivo-herbáceo. Alrededor del 50% de las especies son caducifolias. Las especies arbóreas dominantes son Manilkara zapota, Bursera simaruba, Calliandra belizensis, Cedrela odorata, Metopium brownei, Vitex gaumeri, Caesalpinia gaumeri, Ceiba aesculifolia, Lysiloma latisiliqua y Mastichodendron gaumeri (Flores y Espejel 1994, Téllez et al. 1989). La selva baja caducifolia está conformada por un estrato arbóreo principal, cuya altura oscila entre 6-15 metros, y otro arbustivo o subarbóreo, con escasas trepadoras y epífitas. Se inunda fácilmente y en algunas zonas permanece así una parte del año. Las principales especies arbóreas son Enriquebeltrania crenatifolia, Chloroleucon manguense, Phithecellobium dulce y Diospyros nicaraguensis. (Flores y Espejel 1994, Téllez et al. 1989).

Relevancia de la especie

Al ser un ave frugívora, esta especie podría tener impacto en la dispersión y/o depredación de semillas de algunas especies vegetales del lugar.

El cuitlacoche de Cozumel (Toxostoma guttatum) es una especie de ave paseriforme de la familia Mimidae endémica de la isla de Cozumel, junto a la península de Yucatán, en México.

Relativamente estable en la isla, la población del cenzontle de Cozumel sufrió gravísimos daños con los sucesivos ataques del huracán Roxanne (que azotó la isla el 11 de octubre de 1995) y el huracán Gilbert (que llegó a ella el 11 de septiembre de 1988), y durante seis años se lo creyó extinto. En junio de 2004 se avistaron unos pocos ejemplares, y está hoy clasificado como en peligro crítico de extinción.

El ave, estrechamente emparentada con otros cenzontles y cuitlacoches, se caracteriza por su vientre rayado de blanco y negro, que contrasta con el pardo del lomo. El resto es gris, con dos marcas blancas, y el pico largo de color negro.